Luis García Gil - Serrat, canción a canción

Con Serrat me pasa lo que creo que nos pasa a casi todos. Me llega y me llena a un nivel que es casi indescriptible. Ya puede pasar tiempo sin que lo escuche, o tener temporadas en las que otras voces y otros ritmos llenan el día a día, pero cuando vuelvo a él, lo hago con la sensación de que nunca me he ido del todo, de que, indiscutiblemente, es y será el referente inamovible, musical y vitalmente. De que su música y sus letras conforman, no la banda sonora de mi vida, sino el marco poético básico sobre el que me muevo.

Todo esto viene al caso del libro de hoy, Serrat, canción a canción, escrito por Luis García Gil. Un libro redondo que repasa, como su propio nombre indica, la dilatada carrera del Nano, canción a canción, letra a letra. No es una biografía al uso, ni un simple repaso a la discografía de Joan Manuel Serrat. En eso el autor no engaña: presenta una guía de lectura, un recorrido poético.

Poético. Sin duda la palabra que define la esencia de la propuesta de García Gil. No pretende acercarnos sólo al Serrat cantante, sino al Serrat poeta. Y ésa es, para mí, la gran virtud de la propuesta: plantear el análisis del corpus serratiano no desde la perspectiva musical, sino desde la esfera de la poiésis creativa. Analizar a Serrat, en definitiva, como lo haríamos con Miguel Hernández, Antonio Machado, José Agustín Goytisolo o fray Luis de León. Analizando sus influencias, sus lecturas, sus experiencias vitales, su quehacer poético o su posicionamiento ante el mundo.

No se trata de repasar morbosamente sus letras, o de limitarse a transcribirlas y recopilarlas en aras de satisfacer al serratófilo empedernido que muchos llevamos dentro, sino de hacernos ver algo que inconscientemente ya sabemos: que lo que Serrat hace es pura poesía.

Mi consejo es que le deis una oportunidad al libro y lo disfrutéis de la forma en que yo lo hice. Sumergiéndome una vez más en la música de Serrat, combinando lectura y audición, y encontrando aún más matices en ella de los que estaba acostumbrado a percibir.

Espero que os llene tanto como a mí.

En imagen, portada de Cada loco con su tema (1983), de Joan Manuel Serrat